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Guía de cuidado para una piscina

El verano es la época del año preferida de muchos y uno de los pasatiempos preferidos de la mayoría es darse un chapuzón en una piscina o estanque. Es muy gratificante querer disfrutar de nuestra piscina y encontrarla impecable, con el agua inmaculada y pulcra. Aunque no siempre pasa esto, por lo que debemos dedicarle mucho trabajo a la limpieza y mantenimiento de nuestras piscinas.

El verano es la época del año preferida de muchos y uno de los pasatiempos preferidos de la mayoría es darse un chapuzón en una piscina o estanque. Es muy gratificante querer disfrutar de nuestra piscina y encontrarla impecable, con el agua inmaculada y pulcra. Aunque no siempre pasa esto, por lo que debemos dedicarle mucho trabajo a la limpieza y mantenimiento de nuestras piscinas.

La mayoría de nosotros también somos unos aficionados y no somos expertos en el tema, por eso hay que informarse en cuanto a los elementos, cuidados y cosas importantes a tener en cuenta para realizar una correcta desinfección y limpieza de las piscinas.

Hay algunos pasos indispensables a la hora de seguir una guía de mantenimiento de piscinas:

  • limpieza y desinfección del vaso de la piscina
  • realizar un correcto llenado de la misma
  • controlar regularmente el pH del agua
  • asegurarse que el cloro que contiene el agua esté en la medida justa

Lo primero que debe realizarse al comienzo de la temporada es una correcta limpieza de las paredes y el fondo de la piscina. Esto incluye las incrustaciones que puedan haber quedado adheridas a las paredes o al fondo en el momento en que no se utilizó la piscina.

En este sentido, se recomienda proceder a la limpieza de paredes y fondo cuando no haya mucho sol, ya que el calor extremo podría resecar las paredes y fondo de la piscina. También se recomienda no realizar un vaciado total sino contar con todas las superficies húmedas para lograr un mejor trabajo en el desprendimiento de los restos adheridos.

En el momento en que todas las superficies se encuentran desinfectadas y limpias, hay que proceder a corroborar que todos los elementos que componen la piscina (instalación, filtrado, luces) estén en perfectas condiciones.

Hay algunos pasos indispensables a la hora de seguir una guía de mantenimiento de piscinas:

Te contamos algunos de los elementos que hay que controlar a la hora de intentar poner en funcionamiento una piscina:

  • Skimmers: toma el agua de la superficie y la hace circular hacia el sistema de filtrado.
  • Sumidero: toma el agua del fondo de la piscina y hace posible que podamos vaciarla sin problemas
  • Boquilla de aspiración: es la encargada de hacer que el agua se traslade hacia el sistema de filtrado. pasa el agua aspirada al sistema de filtrado
  • Boquillas de impulsión: se usa para hacer que el agua limpia vuelva hacia la pileta
  • Bomba: uno de los elementos más importantes. Es la encargada de darle impulso al agua hacia el sistema de filtrado de la piscina.
  • Válvula: sirve para poder elegir las diferentes funciones del filtro.
  • Prefiltro: es el encargado de contener la basura, restos de hojas y residuos.
  • Filtro: funciona para captar las partículas de suciedad y su tamaño depende de la bomba.
Los pasos a seguir para el correcto llenado de la piscina, luego del chequeo general de todos los elementos, son:

Los pasos a seguir para el correcto llenado de la piscina, luego del chequeo general de todos los elementos, son:

  • poner en funcionamiento la bomba
  • hacer circular el agua y llenarla hasta cubrir el nivel de los skimmers
  • realizar una cloración inicial en el agua
  • si la pileta tarda mucho tiempo en llenarse (más de un día) es recomendable dosificar la cantidad de cloro.

Otro aspecto muy importante a tener en cuenta a la hora de buscar una piscina impecable, es considerar el pH del agua. Esto está directamente relacionado con que el cloro desinfecte o no el agua.

El número en el que tiene que oscilar el pH es entre 7.2 y 7.6. Hay elementos que pueden ayudarnos en esta tarea: los medidores de pH son ideales para encontrar el punto justo y equilibrio en el agua.

Otro punto importante es el cloro y la cantidad del mismo que le colocamos al agua de nuestra piscina. Se puede administrar tanto con tratamientos “de choque” liberando continuamente cloro o tratamientos continuados con liberaciones progresivas de cloro.

Hay varios formatos en los que podemos encontrar el cloro: líquido, en pastillas o granulado.
La colocación del cloro se realiza de la siguiente manera: en el skimmer se coloca la cantidad de cloro recomendada (teniendo en cuenta el tamaño de la piscina y los litros de agua que contenga) o puede utilizarse una boya flotante para que el químico se mantenga dentro de la piscina.

Una vez finalizado el llenado y mantenimiento inicial de la piscina, debemos considerar adquirir un kit completo para realizar los mantenimientos diarios o frecuentes que requieren este tipo de estanques.

En este sentido, es importante contar con: cepillos, recogehojas, limpiafondos (manual, hidráulico, eléctrico), pértiga telescópica y manguera.

En cuanto al mantenimiento diario se recomienda analizar el pH dos veces por semana; el cloro todos los días (valores ideales aproximadamente entre 0,5 a 2ppm); la alcalinidad una vez a la semana (ideal: entre 60 y 120 ppm), dureza del calcio una vez por semana (entre 200 y 500 ppm lo recomendado), y estabilizador de ácido cianúrico una vez por semana (de 20 a 50 ppm, valores recomendados).

Entre los problemas más frecuentes en la limpieza y mantenimiento de las piscinas se encuentran:

Entre los problemas más frecuentes en la limpieza y mantenimiento de las piscinas se encuentran:

  • cloro elevado: hay que medir y ajustar los niveles de cloro y realizar una correcta limpieza de los filtros.
  • irritación en los ojos y la piel de los bañistas: se debe ajustar el nivel del pH a los valores recomendados: 7.2 a 7.6.
  • agua de color verde: para el tratamiento de las algas hay que intentar desprenderlas de las paredes de la piscina, ajustar el pH y colocar alguicida.
  • manchas o rugosidad en las paredes o fondo: utilizar un cepillo para poder desprender las partículas residuales empleando, además, un desincrustante.
  • turbiedad del agua: elevar el pH hasta 7,8 y limpiar el filtro. Luego hay que agregar floculante y parar el filtro durante un periodo de una hora aproximadamente. Para finalizar, debemos restablecer los valores de pH recomendados y mantener una filtración constante por medio día.